Las nuevas directrices de la administración de Donald Trump incluyen procesar a los padres que paguen a traficantes –conocidos como coyotes– para lleven a sus hijos a los Estados Unidos.

Las medidas fueron detalladas en memorandos del secretario del Departamento de Seguridad Nacional, John Kelly, publicados como tales por The Washington Post y filtrados el viernes pasado a este y otros medios estadounidenses.

El memorando señala que los padres y familiares de los niños que intentan ingresar de manera ilegal a los Estados Unidos "suelen pagar a los contrabandistas varios miles de dólares para traer a sus hijos", quienes son muchas veces "víctimas de robo, extorsión, secuestro, asalto sexual y otros delitos de violencia cometidos por los contrabandistas y otros criminales".

Luego, asegura que el director del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos) y el comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) "garantizaremos la correcta aplicación de nuestras leyes contra quienes –directa o indirectamente– faciliten el contrabando y el tráfico de niños extranjeros en Estados Unidos".

Según el documento, esa correcta aplicación de la ley incluye colocar a tales personas extranjeras en procedimientos de remoción, si son removibles, o "remitir a tales personas para el enjuiciamiento penal según proceda".

De concretarse esas medidas, los padres podrían ser deportados, incluyendo aquellos que tienen TPS.